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sábado, 14 de noviembre de 2015

Sólo huesos

Hay sucesos, procesos, 
recesos y retrocesos. 
Hay abscesos en los accesos 
y también hay inaccesos. 
Hay consensos concesos 
y en eso hay un espeso seceso. 
Hay descensos y decesos, 
y de esos hay de sesos, 
de excesos y de sexos: 
dese de eso con exceso 
que si es escaso es un peso. 
Hay versos y besos, 
y sabuesos aviesos 
que por obesos no muerden, 
y hay suerte y hay muerte, 
y hay fuertes (muy fuertes) 
pero sigue habiendo muerte 
(mucha muerte, que siempre es, 
por lejos, muchísimo más fuerte). 
Hay evolución e involución, 
revolución y devolución. 
Lo que hoy está arriba, 
mañana puede estar abajo y viceversa, 
y lo que hoy es convicción, 
mañana una contradicción, y a la inversa, 
en la adversa y la reversa. 
Ojo al piojo, chico flojo, 
que ésto no es enojo en rojo, 
ni un tercer ojo cojo, 
sino una mente sin abrojo, 
un antojo sin aflojo, 
un arrojo sin alojo, 
un gorgojo con coraje 
en un manojo de un corojo del carajo. 
Lo que hoy está arriba, mañana puede estar abajo. 
No juzgue a un loco por saber sobre mocos. 
No juzgue a este loco que de saber sabe un poco. 
Que el que luche escuche a su Ché, 
y que el buche se duche en su estrés, 
que no hay dos sin tres, 
que uno es un cero a la izquierda 
puesto en cuatro ante Dios y el Diablo a la vez, 
que el universo es un viejo travieso 
que mañana va a dejarlo tieso con la cabeza en los pies. 
Poco importa cuántos besos, 
cuánto peso, cuán grueso, cuánto rezo, 
si al fin y al cabo del proceso 
todos somos sólo huesos. 
Poco cuán loco, poco cuán cuerdo, 
si perro o si gato, si ladra o si muerde, 
si humano o si cerdo, por eso recuerde: 
mañana no hay verde, ni blanco, ni negro. 
Mañana recuerde: mañana sólo huesos.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Allá

Allá, doblando alguna esquina agrietada, cruzando alguna calle rota, allá atravesando alguna puerta cualquiera, allá puedo verme. Allá mis labios susurran despacio, y dejan correr una frase. Allá, en alguna parte de algún otro mundo, quizás tan desquiciado como éste. "Puedo sentir cómo tu amor me cura", le digo suavemente, casi suspirando, mientras la abrazo con nuestras almas entrelazadas. En éste, mi mundo, mi hoy, puedo sentir esa ausencia, casi instantáneamente. No la conozco, no sé quién es, no logro verla. La imagen irrumpe en mi mente y cruza mi cabeza como una bala fantasma, como las voces que a veces me atormentan, como los rayos que besan la tierra con violenta velocidad, como una nave extra dimensional que me traslada hasta allá. No sé quién es, no sé si existe, sólo alcanzo a vislumbrar una figura femenina, una silueta sombría, como la de los bultos fantasmales que gobiernan la vista de un recién nacido. Puedo deducir, o más bien, elijo pensar, que la imagen es, tal vez, real. No acá, claro, en esta vida gris y vacía, donde reina la peste de las contradicciones y las dualidades, pero sí lo es en alguna parte, en algún otro mundo, allá, en alguna otra vida. Pienso en las posibilidades, siempre en las posibilidades, infinitas. Pienso en las cosas que en este mundo no tengo y que quizás en otros sí, cosas buenas y malas, algo que, si tuviera en este mundo, cambiaría el rumbo de mi destino, algo como lo es, por  ejemplo, un arma de fuego. Un revólver en algún cajón, una pistola en mi mano, una bala debajo de mi almohada. Voy comprendiendo, entonces, que, de existir otros mundos paralelos con historias diferentes a la que vivo en éste, tal vez en algunos mundos ya acabé con mi vida, a pesar de que no haya sido, en realidad, yo mismo. Pienso en mis posibles suicidios paralelos mientras le pido a algún Dios que, en este lugar, ese día nunca llegue. Pienso en mi muerte, e imagino mi cama bañada en sangre. Siento miedo, como si se tratase de algún monstruo que me persigue, y que algún día, tal vez acabe por alcanzarme. Pienso en mi vida, mientras escucho los ecos de la lluvia torrencial, acallando las voces de los mediocres periodistas del espectáculo barato de mi país, que hablan, y gritan, y callan, pero que nunca dicen nada. Pienso en mis amores, que me completan cada uno en una vida diferente. Pienso en Eli, en Lore, en Lucía. Pienso que en alguna parte, de alguna manera, soy feliz. Allá, en alguna parte. Allá en algún otro mundo, quizás, tan desquiciado como éste. Pienso que cada vez estoy más desquiciado. Afuera llueve.

martes, 10 de noviembre de 2015

Historia de un mendigo

"Dame una historia de amor, señor", rezaba y se columpiaba sobre su tristeza. Su mirada se perdía en la nada y se estrellaba contra algún horizonte imposible que dejaba sus pupilas inmóviles, desiertas, vacías. "Dame una historia de amor, señor, te lo ruego", querían decir sus labios, que callaban más de lo que decían. Y suspiraba sin suspirar, como si fuera la última vez, como dejándose morir aplastado por una soledad inmensa que dolía como mil puñales de fuego helándole los huesos. "Dame un amor, señor", suplicaba, y una sensación eléctrica le recorría desde el centro del alma hasta los poros de la piel, y viceversa, como una catarata de hormigas buscando escapar de un hormiguero en llamas. "Por favor, señor, te lo suplico". Y lloraba sin estar llorando, con la fuerza quebrantada y su masculinidad hecha pedazos, como un árbol deshojado en el más vil de los inviernos. "Por favor", decía. "Por favor", repetía. Y Dios hacía oídos sordos, como el Dios mejor de todos los dioses, como el Dios peor del abismo. Y él pedía y rezaba, y su mirada se estrellaba en la nada, contra el más cruel de los abismos, y su voz se topaba con las paredes, y el eco retumbaba en su cuarto, y sólo se escuchaba, tan estruendoso como aturdidor, nada más y nada menos, que el silencio mismo de Dios.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Vejez

Maldita vejez vos siempre estás cerca
ahí en el invierno de muerto color
maldita de andar vejez tan siniestra
encima del tiempo y atrás del dolor
vos siempre atrás mío vejez tenebrosa
traés negras rosas que dicen adiós
y a Dios no lo ves vos vejez ay qué cosa
y Dios fue Dios mismo tu cruel escultor
Vejez tan cansada y tan nena y tan vieja
vejez sos la queja del niño llorón
maldita vejez que vas vos tan lenta
y aún ves la vida se va de un tirón
Vejez tan maldita brindame una tregua
no ves que tu legua aventaja mis pies
no oís que envejecen mi voz y mi lengua
por ir conversándote más cada vez
no robes mis días vejez compañera
ni esperes que muera después de los cien
vejez dame tiempo de andar en la espera
de ir dondequiera sin ver si me ves
vejez tu piedad que yo quiero una vida
dejame esconderme y buscame después
juguemos de nuevo vejez vieja amiga
yo sé que extrañás a ese nene también
Maldita vejez tan callada y tramposa
oculta en las sombras marcás el compás
vejez uno nace y se te agua la boca
vejez uno muere y volteás y te vas
si somos deudores vejez de tu suerte
si todo el que es fuerte es más débil que vos
Vejez tan oscura vejez de la muerte
no tengas piedad de este joven deudor

lunes, 26 de octubre de 2015

Crisis

Hoy tuve una crisis, quizás la peor de este último tiempo. No me lastimé, no, pero rompí la pileta del baño de mi casa, y lloré igual que cuando se murió mi perrito Chiqui. Fue el mismo llanto, y fueron las mismas lágrimas. Y es que hoy vi morir otro animalito más, y no, no puedo aceptarlo, no quiero más. A mis viejos les debe doler mucho más la pileta que rompí que la pequeña y tierna vida que se perdió, porque ellos ya están acostumbrados. Yo no quiero, justamente, acostumbrarme. Nunca. ¿Cómo pasó? Yo me pregunto lo mismo, pero dejame contarte. Estoy en el departamento que abandonaron mi ex cuñado y mi hermana al separarse, donde se supone que debiera estar el mayor de mis sobrinos, pero no hay nadie. Afuera llueve y está lleno de caras que dan miedo, estoy en el palier esperando a otra de mis hermanas, que está viniendo para acá a buscarme en un remis. Me fui de casa porque quise irme, escapar, desaparecer, salir corriendo, saltar bien alto, rajar bien lejos. Rompí la pileta del baño de mi casa mientras lloraba, la arranqué y la tiré al suelo. Algunos minutos antes veía agonizar a una pequeña e indefensa criaturita de Dios. A mis viejos les gusta tener animales, los ven como cosas, los tienen porque son de raza, y no los esterilizan, ni los bañan, piensan que con darles de comer alcanza. Ni mi familia ni mi casa están en condiciones de tener mascotas, pero las tienen igual. Y es que, dejame decirte, yo vengo de la mierda. Yo, en tu lugar, sentiría un asco inmenso hacia mí. Y es que vengo de la mugre, de la rabia, del asco, de la basura, de la ignorancia, de la violencia, de la pobreza, de la tristeza, de las telarañas en las paredes, de las ventanas rotas, de los platos y vasos y todos los vidrios rotos, del olor a alcohol del aliento de papá, de los llantos de la manipulación y la victimización de mamá, de los cadáveres de los animalitos que la irresponsabilidad y la imprudencia y la negligencia y la inconciencia y la ignorancia de mi familia mataron frente a mis ojos, de los gritos, las peleas, el odio, la impotencia, la depresión, de la calle, de los vicios, de patinar y patinar por ningún lado, de caerme cuesta arriba, y colina abajo, de caerme más allá del suelo, de la sangre en mis rodillas, y en mi cabeza, y en mis encías, de las cloacas rebalsando desechos, de las paredes sin revoque, de la heladera vacía, del televisor blanco y negro, del sexo prohibido, de lo más bajo, de la mismísima puta mierda, efectivamente. Y es por eso que no tengo ni merezco amor. Vengo de ningún lugar y de todos a la vez. Vengo del todo negativo y de la nada positiva. Vengo sin saber de dónde vengo, porque ni siquiera sé si vengo. Voy sin saber a dónde, porque todavía no sé si voy. Mejor ni vengo ni voy, no sé. No sé nada, no sé saber. Pero estoy acá. ¿estoy? No sé dónde estoy, ni cómo, ni quién, ni qué soy. Pero soy. Soy quien daría la vida por matarse todos los recuerdos. Soy quien te considera su recuerdo mejor.

viernes, 9 de octubre de 2015

Soltarte

Yo te amaba, y es realmente una pena. No te das una idea de toda la metamorfosis por la que estoy pasando. De todas las etapas e intervalos y altibajos, y subidas y bajadas y frenadas que tuve que atravesar. De los giros y vueltas, y laberintos y puertas, y umbrales y sombras, y tormentas y desiertos que tuve que cruzar. Las crisis, las catarsis, la involución, la depresión, el infierno. Si supieras las cosas que he llegado a pensar... En cuántos recovecos he llegado a excavar para encontrar una verdad, una señal, una certeza, un sentido. He rasguñado las paredes para salir de vos. No sabés cómo he naufragado buscando un sentido, un Norte, un puerto donde anclar. No te imaginás de ninguna manera todo el mal que me hiciste, todo el daño que me causaste. Y aún así te extraño como nunca, como siempre, como si nada, como si todo. Y es que, realmente, yo te amaba. Te extraño como si hubiera sido ayer, como si no hubiera un hoy, como si fueras a volver mañana. Volvé. Quiero que vuelvas, quiero que existas, lo necesito. Volvé, existí, te necesito. Llevame de vuelta al pasado, al primer día, a tu llegada, tu saludo. Dejame todo ese mundo por delante, toda esta historia que ya se terminó y que me dejó tanta nostalgia como melancolía, tanta agonía como añoranza, tanta extrañeza, tanto dolor. Retrocedamos en el tiempo, llevame de vuelta al comienzo. Me extraño. Soy un extraño dentro de mí. Soy un extraño frente al espejo y te extraño a vos y lo que vos te llevaste de mí. No me conozco, no sé quién soy. Es duro despertar de un baldazo de agua helada y corroborar que la mejor versión de mí se fue con vos. Que sólo con vos me amaba, que te amaba y me amaba con, en y por vos. Yo te amaba. No sé cómo lidiar conmigo, ni qué hago escribiendo acá. Tengo una crisis, necesito sacarla fuera. Siento que he perdido incluso la capacidad de escribir... Ya no sé hacerlo, no quiero hacerlo, no sé si puedo hacerlo. Pero tengo una crisis y necesito sacarla fuera, soltarla, soltarme, soltarte. Así que acá estoy una vez más, maltratando las teclas con mis torpes dedos, observando con los ojos nublados cómo los espacios blancos se van llenando de palabras: es mi manera de desangrarme. No sangro tinta, ni lloro sangre. Saco desde el fondo de mí algo que está bien adentro, y lleno un espacio vacío. Es una huella, una mancha, un texto, un qué sé yo... Ojalá sirva de algo. Ojalá pueda vaciarme de vos. Ojalá te vayas mañana, y ojalá ya no vuelvas nunca más. Ojalá no lo fuera, pero es realmente una pena. Porque yo sí que te amaba.

sábado, 18 de julio de 2015

Todos los mundos

En un mundo paralelo, Jessa existe. No está dividida en dos, como en éste. Pero mi mala suerte es tanta, que quizás el que no existe soy yo. Y seguramente hay un mundo paralelo en el que ella y yo existimos al mismo tiempo, pero por alguna razón, no estamos juntos. Hay otros mundos en los que estoy muerto. En uno de ellos me operaron del corazón de urgencia y la cirugía salió mal. En otros tantos me suicidé. En otros morí de sobredosis. Hay otros en los que morí en accidentes de tránsito. Y hay otros en los que sólo soy un invento, una persona dividida en dos. Mi cara está en otro cuerpo, y mi alma está en otro ser. Hay otros mundos en los que ni siquiera tenemos estos nombres. Y hay otros en los que ella es el hombre, y yo soy la mujer. Y deben existir miles de millones de otros mundos, infinitas cantidades de realidades paralelas diferentes, llenas de variantes y posibilidades, y diferencias y coincidencias, y casualidades y causalidades. Pero hay uno de los mundos paralelos en particular que es el más lindo de todos. Hay un mundo en el que Jessa existe, es real, y está cerca de mí. Un mundo perfecto en el que todo es dorado. En él, ella y yo somos felices. Ahí estoy vivo, incluso más vivo que en éste. Ahí tengo mucho más que buena suerte. En ese universo yo soy el tipo más afortunado y más enamorado de todos los universos. Y ella es la mujer más hermosa y la más amada del mundo. La más amada de todos los mundos. La más amada de todos los universos. En esa realidad, ella y yo somos las dos personas más felices de todos los mundos de todos los universos de todas las realidades de todos los tiempos. En ese mundo nuestra historia tuvo/tiene/tendrá un final feliz, y ella y yo vivimos y viviremos felices para siempre. Ahí no importan los otros mundos. Pero hay un mundo en el que esta historia no tiene fin.

viernes, 17 de julio de 2015

El antónimo de mi derrota

Porque esos ojitos y aquella sonrisa
No saben siquiera al menos que existo
Porque esa sonrisa y aquellos ojitos
Jamás han brillado en su vida por mí
Porque esos ojitos jamás me miraron
Y nunca esos labios sonrieron por mí
Y aquella hermosura no fue nunca mía
Y aquella mirada no sabe quién fui
Y aquel corazón nunca supo mi nombre
Aquel corazón nunca supo de mí
No vibra ni late
Ni canta ni aclama
Ni pide ni llama
Ni llora por mí
No ruega ni reza
Ni aguarda ni espera
Ni para ni frena
Ni vuelve a latir
Y no se acelera
y no muere de pena
Ni ríe ni vuela
Ni cuenta hasta mil
Y nunca se alegra
y no besa su tierra
Y aunque yo me muera
No late por mí
Aquel corazón y aquellos ojitos
Aquella sonrisa que yo amo hasta el fin
No saben que existo, que amo y que vivo
Que siento por ellos, por ella, por fin
Que fueron mi sueño, mi vuelo, mi cielo
No saben siquiera que yo estoy aquí
Que escribo estas líneas, que lloro en las noches
Que sueño con ellos: son míos allí
Y sólo en los sueños, allí soy su dueño
Allí no hay infierno, allí soy feliz
Porque esos ojitos jamás me miraron
Porque esa sonrisa
No brilla por mí



miércoles, 15 de julio de 2015

A vos y tus sombras

¿Qué querías de mí? Me das asco, y a la vez me das pena, y también me causás mucha vergüenza, vergüenza ajena. Y me río, y no lo creo, y me asusto, también. ¿Hasta cuándo tenés pensado seguir con tu mentira? ¿Cuál es tu problema? ¿Tenés trastornos de identidad? Creo que sos la mente más perversa, morbosa, y siniestra con la que me he topado. Me agarraste, lo admito. Me la hiciste muy bien. Sos realmente un genio. Pero seguís dándome asco. Toda esa historia de fantasía, toda esa novela americana, toda tu farsa montada, todo tu circo de mierda. ¿No sabés que hay gente que sufre de esas cosas de verdad? Y tu mamá, y tu papá, y tus hermanos (si es que los tenés)... Podría pasarles algo de verdad ¿sabés? A los reales, a los tuyos. Pero dudo que eso te importe, ya que caí en la cuenta de que no conocés ningún tipo de escrúpulos. ¿Cuántas personas sos? No sigas con ésto, por favor. Nadie más merece sufrir tamaña decepción. No vuelvas a ilusionar a alguien más, así como lo hiciste conmigo. ¿Qué sentido tiene? ¿Dónde está tu amor propio? Das asco. ¿Por qué no ayudás realmente a perritos de verdad a encontrar un hogar? Hay muchos ahí en la calle, no los busques en el Instagram de una chica de España, tenés un montón mucho más cerca. Qué asco eso de aparentar. ¿Sos mitómana o tenés algún tipo de distorsión de la realidad? Indudablemente necesitás atención, eso es cierto. Probá de verdad hacer terapia, es muy posible que necesites ayuda psiquiátrica profesional. ¿Sos una persona que no se quiere ni se gusta físicamente? ¿Tenés algún tipo de discapacidad o algo por el estilo? Es evidente que tenés varios complejos y problemas mentales, pero no me refiero a eso, simplemente busco una respuesta de por qué no querrías mostrarte. ¿Cuánto hay de real en tu historia? Es decir, ¿cuánto hay de coincidencia y de diferencia entre vos y el personaje que inventaste? Es de persona de mierda joder con cosas como esas, ¿sabés? Manipular así, a ese extremo... Y que te importe una mierda tu familia y la gente que realmente sufre esas enfermedades, esas patologías, esos lutos. Los abusos, las adicciones, los perritos sin hogar. Deberías dejar un poco tantas series y novelas y películas, y alejarte cuanto puedas de las redes sociales. Buscá ayuda. Lo increíble es el hecho de que alguien que no es capaz de mostrar su propia cara me hable a mí de transparencia, de valentía, de seguridad, de amor propio y etcétera. Me causa gracia, de verdad. "Fuck logic". Dale, hacete un favor y salí del closet. Da la cara, cobarde. Y pensar que pensé en suicidarme. ¿Qué hubieras hecho, entonces? ¿Te habría resultado interesante? Habría muerto por nada. Increíble. Pero claro, qué carajo iba a importarte eso a vos. Y me ibas a hacer viajar por nada, también, sólo para jugar, para ver qué pasaba, por curiosidad, por enferma, por reírte y nada más. Mirá si yo iba hasta tu supuesta ubicación, ¿qué ibas a hacer? Me ibas a hacer ir al pedo hasta allá, con lo que me habría costado, y eso también es de persona de mierda. O quizás querías mis órganos, qué sé yo, de alguien como vos puede esperarse cualquier cosa. Sos un asco, literalmente, pero tu problema no está en tu físico, el asco lo produce tu falta de integridad. Sos de esas personas a las cuales es preferible tener bien lejos. A la que quisiera tener cerca es a la chica de las fotos... No es la gran cosa, pero de alguna manera se convirtió en la persona más hermosa del mundo para mí. ¿Cómo hiciste para que escribiera el cartel de "happy birthday" de mi cumpleaños? Probablemente le dijiste que era para un nene que estaba muriendo de cáncer. No me sorprendería, de verdad. Ya te dije que estoy listo para esperar lo que sea de alguien así. Pero la chica de las fotos... Me gustaría saber su nombre, ya que la soñé tantas veces. Ya que me enamoré de ella, o de vos, o mejor dicho del personaje que vos inventaste, que tenía su cara. Pero claro, qué carajo va a importarte a vos, si a vos no te importa una mierda de nada. No tenés miedo de que todo ésto te vuelva. No te asusta. Puedo deducir que no creés ni en el cielo ni el infierno, ni en el karma, ni en nada. Pero hay una realidad, y es que tarde o temprano, todo se sabe. Las mentiras tienen patas cortas y el día menos pensado, todo sale a la luz. Así que cuidate mucho de la vida, de tus sombras, y del sol. Cuidate mucho de todo eso en lo que no creés. Cuidate de vos misma, y aceptate como sos, y aceptá tus sombras, porque nunca vas a poder esconderte de ellas, ni mentirles, ni ocultarles tu cara, porque ellas te conocen bien, y saben bien quién sos.

viernes, 10 de julio de 2015

Qué placer verte otra vez

Justamente hoy me acordaba de vos, ¿sabés? Mirá vos, lo que son las cosas. Es que estoy llegando tarde a La Plata, y antes de salir de casa, tenía menos de 15 minutos para llegar hasta la estación. Y cómo no acordarme, como para no hacerlo, si las de mi casa hasta la tuya, aquella noche, fueron las cuadras que más rápido corrí en mi vida. ¿Vos te acordás? Te dije que en 15 estaba ahí, y así fue. Te juro que corrí como nunca, y todo para poder verte a vos. Pero qué lindo verte a vos. Sin duda cada cuadra valió la pena. Hoy me pasó casi lo mismo, nada más que no sabía que iba a volver a verte. Pero qué lindo verte otra vez. Siempre tan hermosa vos, tanto como siempre, igual que la primera y la última vez que te vi. Siempre tan brillante, tan bonita, tan... Tan vos. Perdón si te miro tanto, creeme que no puedo no hacerlo, no puedo hacer otra cosa. Lo que son las vueltas de la vida, casi que no me lo creo. ¿Qué hacés en esta mugrosa estación? Sos como una rosa en un pantano. ¿A dónde vas? No importa, te vas... Otra vez. ¿Te acordás? Llegaste a mi vida para llenar todos los espacios, todos los rincones. Llegaste volando como una paloma, con toda tu hermosura y toda tu luz, con esa sonrisa que te achina los ojos, con tu Calamaro y tus enormes pestañas, esas que tanto me gustaban. Llegaste a mi vida y te fuiste de ella como una paloma, sin que pudiera atraparte, ni contar tus aleteos, ni seguirte el vuelo. Te fuiste y me dejaste fragmentado. No, no me huyas, no me esquives la mirada, por favor. No te vayas de nuevo. Mirame bien. Sí, soy yo. ¿Te acordás de mí? Han pasado unos años. Está bien, no te pongas nerviosa, no es nada. Ahora llega mi tren, que va para el lado contrario al tuyo y no me vas a ver más. Pero dejame mirarte, por favor. Dejame recordar un poquito de esa paz. Esa paz tan inexplicable, la misma que siento cuando te escucho hablar. Madre de la nostalgia... Lo que yo daría por volver a escucharte hablar. ¡Siempre tan hermosa, por Dios! Pero vos siempre tan vos... Siempre tan fugaz. Sos un ave de paso, una estrella cruzando el cielo. Todo lo que hice fue lo que hice la última vez, pero esta vez lo hice literalmente. Todo lo que hice fue pararme a mirar cómo te me ibas, otra vez. Y otra vez volvés a dejarme un millón de preguntas. ¿Qué hubiera pasado si en vez de pararme a mirar cómo se iba el tren, me cambiaba de andén e iba a buscarte? No sé, estoy llegando tarde a La Plata, pero creeme que realmente no me importa. Y no sé, tengo un boleto que dice que voy a La Plata, y para poder pasar al otro lado necesito uno que diga que voy a Constitución. Pero no sé, quizás simplemente decirle al guarda que me deje pasar, que nada más quiero saludar a una vieja amiga, que no quiero colarme. No sé... "Tengo que ir a La Plata, maestro, mire, ya saqué boleto, no voy a ser tan salame". Pero sí, lo soy. Porque todo lo que hice fue imaginar posibilidades, y antes de que me diera cuenta, ya te estabas yendo en tu tren. Ya estabas yéndote de mi vida. Otra vez. Y esta vez no hay mensajes con pedacitos de canciones, no. Solamente el título de este texto, y nada más. Porque qué lindo, de verdad, qué lindo poder verte otra vez.

Catfish

Alivio de saber que todo fue una gran mentira, que no existe tal persona ni tal infierno. Gracias, TagName. Gracias, detector de direcciones IP. Gracias, registro civil de partidas de nacimiento de Montevideo. Y, por sobre todas las cosas, gracias a mi querida intuición. No vuelvo a dudar nunca más de vos cada vez que algo huela a gato encerrado. Nunca más.

jueves, 9 de julio de 2015

Buena suerte ahí en mi infierno

No busques coherencia ni razón en mí, no la hay. No esperes normalidad y estabilidad, no la tengo. Y, hablando de coherencia, dicho sea de paso, no exijas una cosa de la cual vos carecés. No me idealices, no me admires, no me analices, no quiero ser tu escritor favorito ni nada. Ojalá no leas ésto, ojalá sea cierto eso de que no me leés más. Y si por si acaso estás leyendo ésto y realmente no querés palabras crueles, abandonalo ahora. Cerrá la página y seguí con tu vida. Porque, creeme, vas a leer las palabras más crueles que te pueda llegar a dedicar. El que avisa no traiciona, mi cielo. Cerrá la página de una vez y dejame en paz. Andate. Yo sí quiero olvidarte, y para siempre. Y sí, me arrepiento de todo en absoluto. Andate de mi vida, de mi cabeza, de mi pecho, de mis sueños, de mi pasado, de mi presente, de mis horas, de mis noches, de mis días, de mis lluvias, de mis tormentas, de mis infiernos. Dejame tranquilo. Andate al rincón más sucio y oscuro de mi memoria y pudrite todas las eternidades que quieras ahí. Cambiá tu nombre y tu lugar y desaparecé de mis mundos, no quiero saber absolutamente más nada de vos, nunca más. Llevate esa carita de ángel y esos ojitos hermosos, esa sonrisa que supo ser mi Dios. Esa que hoy debe andar por el mundo robando las miradas y los deseos de otros. Andate y llevate mi memoria con vos. Llevate estos putos recuerdos, todas las palabras que quieras, la mitad de mi corazón, las cartas, los poemas, las frases, las canciones, tu torta de cumpleaños, el hilo rojo, el perro, el huevo frito, el casamiento disfrazados, el sexo sanador, la capa de superchica, los dibujos, los milagros, los mensajes, los buenos días y las buenas noches, el "¿cómo estuvo tu día?", el "¿cómo te fue hoy?", los celos de fantasía, la mente nublada, las venganzas, los terceros, lo que vos quieras, llevate el cielo, llevate el sol. Llevate todo. Llevate tu amor irreal y desleal y tu puto regalo con vos, no lo quiero, dáselo a cualquiera de tus terceros. Pero andate. Mi único error fue haberla dejado ir a ella por vos. A ella que jamás me habría hecho tanto pero tanto mal. Andate de mi vida. Ésta vez el asesino voy a ser yo. Buena suerte ahí en mi infierno.

miércoles, 1 de julio de 2015

A vos

A vos, amor de mi vida
La mujer más hermosa del mundo
A vos, que sos la salida
a un lugar en donde nadie estuvo
La cura para todos mis males
La llave en las puertas del paraíso
El remedio, el milagro, la clave
Vas a abrazarme como nadie lo hizo
A vos que vas a besarme
desde el todo hasta el alma.
A vos que vas a sanarme
de todas mis heridas malas
A vos que vas a adueñarte
de cada rincón que en mí ha de haber
mi esencia a vos voy a darte
y cada átomo que componga mi ser
A vos que vas a venir
solamente para salvarme
A vos, que estás por ahí
perdida fuera sin encontrarme
En este preciso momento,
mientras te escribo desde mi sangre
A vos que posiblemente estés lastimada
y herida hoy,
y deprimida, y destrozada
y hecha mierda como lo estoy yo
A vos que seguramente,
también se te fue el sol.

A vos que vas a convertirme en tu mundo entero donde para vos no va a existir nadie más que yo. A vos voy a convertirte en mi universo todo y no va a existir para mí nadie más que vos. A vos que seguramente te han mentido y te han lastimado como me lo hicieron a mí. A vos que de seguro me has confundido con otras personas, como yo también te confundí. A vos que te confundí con alguien más. A vos que sí sos para mí. A vos, que no sé cómo te llamás, porque no conozco tu nombre de hada, ni el color de tus ojos, la intensidad de tu mirada, ni tu color favorito, ni tu pelo, ni tus manos, ni tu piel, ni nada.

A vos te juro que tu nombre va a vivir en mi boca y en lo más hondo de mi pecho desde el momento en que te nombre por primera vez. A vos te juro que tus ojos van a ser para mí los más hermosos que yo haya visto jamás, y mi color favorito va a ser a partir de entonces aquél que tenga tu mirada. A vos voy a darte mi alma entera con un moño del color que más te guste. A vos te juro que voy a acariciar tu pelo cada noche, y cada amanecer, y mis manos habrán encontrado su lugar en el mundo, su refugio favorito. A vos voy a darte mis manos, van a ser tuyas, y no te van a soltar nunca, y tus manos van a darme las mejores de las caricias. A vos voy a llevarte en mi piel hasta el día de mi muerte, y voy a marcar la tuya a fuego, porque tu piel va a ser la más suave que haya rozado la mía, porque la tuya va a ser la mía y de nadie más que mía. A vos no te voy a negar nada, porque vos vas a ser mi todo. A vos que sí vas a amarme de verdad. A vos voy a amarte como nunca nadie amó a nadie jamás. A vos sí que te espero. Para vos es mi vida y te la debo. A vos, amor de mi vida. A vos voy a pedirte que vengas pronto, que por favor vengas de una vez por todas y te quedes para siempre conmigo. A vos te ruego que llegues a mis días, porque me muero. De verdad que me muero. Te juro que cada madrugada pierdo la conciencia deseando morir. Me muero. Te juro que mi vida entera se trata de amar. Te juro que no sirvo para otra cosa... A vos que sí vas a entender mis defectos, mis traumas, mis complejos, mis inseguridades, mis fantasmas, mis miedos, mis mierdas. A vos que no vas a juzgarme ni intentar cambiarme. A vos te juro que aunque vos sí me comprendas, por vos voy a intentar superarlo todo. Vos sí lo merecés, vos merecés todo de mí, vos lo merecés todo. A vos te debo disculpas, por haberte confundido. Por todas mis horas negras, por todo el tiempo perdido. Por estas palabras que se las regalé a ella, por mis intentos de suicidio. Vos no vas a arruinarlo, ni abandonarme, ni lastimarme, ni cambiarme, ni reemplazarme. Vos no vas a irte, porque vos vas a llegar para quedarte. A vos, amor de mi vida. Te juro que no vivo para nadie más que para vos. Voy a esperarte siempre. A vos y a nadie más que a vos.

Las 4 leyes de la Espiritualidad

En la India se enseñan las "Cuatro Leyes de la Espiritualidad"

La primera dice: "La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

La tercera dice: "En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.

Y la cuarta y última: "Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.
Creo que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegó a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ninguna gota de lluvia cae alguna vez en el lugar equivocado.

Ninguna gota de lluvia, ningún flechazo de Cupido, ni ninguna bala perdida.

lunes, 29 de junio de 2015

          Estoy casi seguro de que podría vivir sin problemas en una de esas antiguas casas japonesas que salen en las películas, esas con grandes puertas corredizas y pisos de madera. Podría permanecer sentado en esos tapetes, comer arroz con palillos y andar descalzo todo el día. Ya me lo imagino, puedo visualizarlo; un patio grande, lleno de árboles frutales, una huerta, y un aljibe, para no depender de ningún mercado (o tal vez depender, sí, pero en menor medida). Tendría también una bomba de agua, un molino, y un panel solar, para no depender de ninguna empresa. Tendría un buen telescopio con una buena lente, y así miraría las estrellas desde alguna terraza o desde algún balcón. Tendría una biblioteca llena de libros, y cuando digo "biblioteca", no me refiero al mueble, sino al cuarto de lectura, y hablo de una inmensa colección. Tendría muchos llamadores de ángeles, y muchos cazadores de sueños. Y tendría que estar ubicada lejos de las ciudades, más bien cerca de una montaña, o de algún lago. Más bien en contacto con la naturaleza. Pero sólo viviría en esta casa después de haber viajado lo suficiente, después de haber leído lo necesario, después de haber meditado lo justo, después de haber vivido lo preciso.

sábado, 27 de junio de 2015

Por suerte y por desgracia

Puedo perdonarle que no quiera sentar su hermoso culo a jugar a los putos videojuegos conmigo, porque la recompensa por eso es que no usa ningún tipo de drogas de mierda, y nunca las usó. Puedo tolerar que lamentablemente no comprenda mi vegetarianismo y hasta que se ría de eso, y la excusa es que al menos ella no es una fanática de la cultura yanki, y hasta la detesta, y porque está completamente segura de que por nada en el puto mundo abandonaría este puto país. Puedo dejarle pasar el hecho de que no se interese por mi música de mierda o mi poesía barata, o mis dibujos sin vida, o cualquiera de mis putas cosas, porque a cambio de eso ella tampoco se interesa por causarme celos, y no necesita llamar la bendita atención de otra puta persona que no sea yo, y por suerte carece de esa puta necesidad de mierda de verse sexy, o de mostrar el puto escote públicamente, o las piernas, o lo que sea, y le importan más mis caprichos de mierda más infantiles que las putas cantidades de likes de lo que sea que publique en Instagram. De hecho no le importan ni los likes ni una mierda. Puedo perdonarle que no sea tan cursi y romántica como lo soy yo, porque a cambio de eso ella no responde a ningún otro hombre que no sea yo, e ignora por completo al resto, en chats y comentarios de toda red social, y no hay ningún tipo de terceros, ni exes, ni "amiguitos", ni ningún pelotudo que le caiga bien, ni tres carajos. Puedo perdonarle no ser el primer hombre en su vida, porque a cambio de eso, soy el segundo. Pero no hay terceros. ¿Y qué más da? Podría ser peor. Puedo tolerar que no se interese por aprender cosas nuevas, ni por recorrer nuevos lugares, ni por proyectar a futuro, ni por nada en particular, porque a cambio de eso ella no me atormenta con ideas sobre la puta transparencia que no tengo, que ningún pisciano tiene, que ningún Galíndez tiene, y porque le chupa tres huevos si la gente de mierda que tengo en facebook sabe si estoy en pareja o no. Puedo perdonarle que no sea tan atenta como otras personas sí lo son, o lo eran, porque la recompensa por eso es que ella es mejor, y porque está cerca. Puedo perdonarle que no sea Jessa por un único motivo, por una sola razón, y es justamente por eso: porque no es ella. No es Jessa y nunca lo va a ser. Por suerte y por desgracia. Pero por suerte y por desgracia, también, puedo perdonárselo pero, también, puedo agradecérselo. Lo que no puedo perdonarle, lamentablemente, es el hecho de que no exista. En eso no hay mucha diferencia entre las dos.

martes, 9 de junio de 2015

otro día sin sentido

estaba feliz
de haberte
encontrado
me había
encontrado
al hacerte feliz
me duele la vida
de haberte perdido
haberte extraviado
me mata el sentir
me roba el sentido
no estar a tu lado
haberte perdido
fue perderme a mí

perdí la razón
en todo lo incierto
perdí el corazón
de tanto sufrir
perdí voluntad
perdí todo esfuerzo
perdí el universo
amor, te perdí

y estaba feliz
de haberte
encontrado
y haberte perdido
se siente morir

estaba feliz
de haberte
encontrado





miércoles, 20 de mayo de 2015

De ayer a hoy

Te di mi corazón de a pedacitos. Sí. Pero, al final, te lo di todo. Te lo di a migajas, de a puchitos, en pequeñas cuotas, como pude. Pero al final acabé por dártelo todo. Te di todos los pedacitos, los tenés vos, son tuyos. Espero que comprendas que no podía dártelo entero, porque -debo confesar- ya estaba bastante roto. Y un corazón roto no sana de un día para el otro, por muchas cosas que cambien. Pero sí puede romperse -siempre- un poco más. Y de ayer a hoy cambiaron muchas cosas. Ayer estábamos cada día un pasito más cerca. Hoy estamos cada noche un poquito más lejos. No sé si nos chocamos y rebotamos, y nos fuimos hacia diferentes lados, o si quizás nos pasamos por al lado y nos rozamos los hombros, y simplemente seguimos de largo. Pero hoy vos estás buscando tu norte y yo me estoy hundiendo en mi sur. Ayer íbamos al mismo lugar, hoy nos lleva el viento por caminos separados. Yo creo que no fue un choque, ni un roce, no. Yo creo que, más bien, nos atravesamos. Vos te llevaste todo de mí. Y a mí todo lo que me queda, es lo que me llevo de vos. Hoy vos no sos vos. Hoy yo no soy yo. Hoy, mi corazón... No sé dónde está mi corazón. Hoy no tengo corazón.

Vos y yo

Me gusta dormir más que cualquier otra cosa. Más que masturbarme, más que comer o beber, más que las drogas, más que la música, incluso más que introducirme en la pantalla y ser parte del mundo de una película. Ahora que ya no sueño despierto, ahora que no espero nada del mundo, ahora que la vida dejó de sorprenderme. Ahora que ya no sos mi insomnio. Me gusta desparramar mis huesos y relajar mis músculos, y sentir cómo mis piernas se debilitan y adormecen. Me gusta percibir esa suerte de alivio en mi pecho, me gusta que mi conciencia se apague. ¿Depresión? Quizás, tal vez... ¿Importa? Lo cierto es que si por mí por fuera, viviría eternamente en un sueño donde el mundo sea mejor, donde sólo vivamos vos y yo. Solos los dos eternamente. Sólo nosotros y nadie más que vos y yo.

miércoles, 22 de abril de 2015

Jamás nadie

Aunque otros besen tu boca
siempre serán míos tus labios
pues nadie les ha rezado
tanto como yo
Y no hay quien los haya soñado
ser que los haya pensado
y ninguno los ha deseado
como acaso lo hice yo
Nadie les ha rogado
tanto que se acerquen
y nadie ha suplicado
que fueran su lecho de muerte
Jamás nadie ha sentido nunca tan fuerte
tanto pero tanto amor
Nadie nunca
como yo
Y aunque otros miren tus ojos
y tus ojos miren a otros
Será eternamente
a mí perteneciente
tu joven, dulce, y ardiente
tu hermosa, única, e inocente
tu brillante y culpable mirada
Y por siempre y para siempre
será ella mi morada
Pues aunque nunca lo hayas visto
debo confesar
que si al día de hoy todavía existo
no es por nadie más que por vos
y porque en tus ojos veo mi futuro
que no es si no a tu lado
y porque en los míos, amor, te juro
se quema tu pasado
Y aunque otros brazos te envuelvan
en otros bosques, en otras selvas
y otras pieles rocen la tuya
y otros sudores recorran tus sábanas
y otros abrazos te llenen el alma
y otros amores te sirvan de excusa
Jamás nadie, jamás nunca
en lo que quede de nuestra historia
va a amarte con tanta locura
ni guardarte en su memoria
como siempre lo haré yo
Jamás nadie, amor mío
Nadie nunca como yo

martes, 21 de abril de 2015

A Don Eduardo

Sabrás disculparme, Don Eduardo. Comprenderás más que nadie que anduve mal estos días. ¿Qué mejor manera de disculparme con vos que escribiendo? Me enamoré de una compatriota tuya, que por cierto tiene muy buena letra. Ya no pienso en la que tiene tu apellido, tu sobrina. Te cuento, ya que está. ¿Sabés? No grité los goles de Boca, que por cierto uno fue de un compatriota tuyo. No festejé los cuatrocientos de Messi, ese pibe que vos dijiste que en vez de pies tiene dos pelotas con forma de pies, que por cierto, dicho sea de paso, es compañero de otro compatriota tuyo. No opiné sobre muchas cosas que posiblemente en otro momento habrían desatado muchas palabras en mí. No comí bien, ni fui a la escuela, con lo mucho que me estaba gustando Lengua y Literatura. No hice muchas cosas que debiera y quisiera haber hecho. E hice otras que no tendría que haber siquiera pensado. Pero lo que más me duele es el hecho de no haberte despedido a vos. Una falta de respeto total. Rompí un código muy íntimo. Debería cerrar este cuaderno íntimo virtual para siempre, porque después de estas fallas, creo soy indigno. Pero no, ya no más dejar las cosas por la mitad, ya no más abandonos. Entre tantas otras cosas, vos siempre resaltaste la importancia de hacer lo que uno ama. Y yo amo escribir. Soy indigno, tal vez. Y no te despedí. Pero te prometo que te voy a compensar. Voy a escribir con tanta rebeldía y pasión como pueda, tanto como mi sangre sudamericana me lo permita. Y a vos, que ya sos eterno, voy a pedirte que de vez en cuándo escribas algo en alguna nube para mí. Y mandale saludos a Mario, y a Jaime. Deciles que algún día me voy a dar una vuelta por el cielo de las letras y nos vamos a tomar un café, pero no voy a irme sin antes recorrer las calles de Montevideo. Mientras tanto, aquí estaré, escribiendo. Ahora sí, te despido. Hasta siempre, Don Eduardo. Hoy los tuyos son cuatro millones cuatrocientos menos uno, pero siempre va a haber tiempo y espacio para uno más.

Basquadé, chalouá

Hemos decidido
ya no mirar atrás
y hemos salido
hacia adelante
Hemos crecido juntos
hemos superado mucho
Si te sentaras a pensar
a observar
sin duda lo notarías
Si te pararas a mirar un día
nuestras vueltas e idas
las bajadas y subidas
podrías apreciar
cuánto hemos aprendido

Hemos buceado profundo
hemos sabido tocar fondo
hemos podido calar hondo
y le dimos la vuelta al mundo

Si te acostaras a escucharte
tal vez te responderías
¿Cuánto dolor te causé?
¿Cuánto terror me has causado?
Hemos tirado los dados
y pudimos salir de ese infierno
Hemos rozado la muerte
pero hemos sido tan fuertes
que logramos pasar el invierno
y pudimos cambiarnos de tren
Y hoy nos sabemos muy bien
aunque ayer parecía imposible
que el fin era inevitable
y la salida inaccesible
Osamos empuñar los sables
las garras, los puños, los dientes
y fuimos los dos combatientes
más locos e invencibles

Hemos salido del nido
y nos hemos caído
y nos hemos levantado
pero el bien nunca es eterno
pues volveremos a caernos
pero algún día soleado
vamos a aprender a volar
Seré libre y libre serás
y así volaremos danzantes
quizás juntos
tal vez separados
pero juro por mis difuntos
y mis ángeles alados
que será hacia adelante
que siempre
y siempre
volaremos
hacia adelante

lunes, 23 de marzo de 2015

Love of my life

¿Cuál es tu verdadera cara? ¿Tu verdadero ser? ¿Lo que mostrabas conmigo o lo que mostrás ahora? ¿Fingís ahora o fingías antes? ¿Cuál es la verdadera Jessa? Da igual... Las amo a las dos. Te amo igual y no puedo parar de pensarte. Y es una mierda, creeme, estoy hecho pedazos, estoy hecho huesos, estoy hecho sombras. Estoy hecho mierda. Pero tengo que soportar todo este dolor, toda esta miseria, todo este sinsentido, todo este vacío. Tengo que dejarte en paz. Tengo que dejarte ir, amor. Tengo que dejarte ser. Tenés que ser vos misma, tenés que vivir, volar, tenés que ser. Basta de personas que te aten y te condicionen. No quiero ser yo quien te ate. Basta de ataduras para vos. No las merecés. Sos libre. Podés hacer lo que quieras con tu vida, ahora decidís vos. Basta de sexo sumiso y sometido, ahora el "cuándo" y el "con quién" lo decidís vos. Merecés vivir y hacer lo que vos quieras, tu cuerpo es tuyo. Pero, eso sí, cuidalo. Cuidalo por favor, porque tu cuerpo es el envase de tu alma, y tu alma es la más hermosa de todas. Ahora que volvés a vestir tu armadura, ahora que sos de nuevo nieve buscando a sus bestias, cuidate. Vos que tenés un montón de amantes celosos que se mueren por volver a estar con vos, cuidate. Vos que sentís que la vida fue tan injusta con vos como pudo, cuidate. Vos que me enseñaste tantas y tantas cosas, cuidate. Todo va a estar bien, amor, vas a ver. Todo pasa. Vas a estar bien, te lo prometo. Y yo también lo voy a estar. Ahora me siento como se sienten las mujeres cuando un hombre les muestra algo que no es, para ganar su corazón, y se lleva de ellas lo que quiere, y después se va, dejándolas hechas mierda. ¿Me mentiste? Me siento robado, engañado, estafado. Pero voy a estar bien. No sé ni dónde ni cuándo, pero sé que voy a estar bien. Me siento perdido. Me siento un perdedor. Los perdidos somos así, vagamos sin rumbo. Los perdedores somos así, perdemos cosas, siempre salimos perdiendo. Pero algún día me voy a encontrar. Algún día, si la vida es buena, te voy a encontrar. Quizás no me mentiste, quizás no me engañaste, quizás la verdadera Jessa es esa de la que me enamoré, quizás simplemente no sabés ser vos misma. Quizás vos también estás perdida. No sé... Puedo llegar a pensar tantas cosas como estrellas hay en el cielo, como besos te daría. Pienso tantas cosas que no sé en qué orden decirlas, no sé ni cómo ni cuándo. Ni siquiera sé si sé decirlas. Pero necesito decirte algo, cualquier cosa, lo que sea. Escribo porque me siento mal, y porque necesito comunicarme con vos, necesito hablarte, pero mi orgullo no me deja hacerlo. Amor, estoy muy mal. Tengo el corazón partido en mil pedazos. Te amo tanto que no te das una idea. Te extraño tanto que quiero morirme. Pero estás mejor sin mí. Ya no tenés que reprimirte, ni mentir, ni ocultar nada. Mi amor a cambio de tu libertad. Es un buen trato. Sé que estás mejor sin mí y que vas a estar bien. Quiero que seas fuerte, por favor. Pase lo que pase, no te rindas. Seguí siempre adelante. No dejes de luchar, por favor, no te rindas nunca. Sé que todo es una mierda, pero te juro que la vida es buena, mi amor, te juro que vivir vale la pena. Viví la vida, rodeate de personas positivas y sanas que sepan disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Amor, que no sea en vano todo lo que aprendimos a lo largo de este camino. Levantate y seguí adelante, dale que te queda mucho por aprender todavía. Arriba el ánimo, hermosa. Fuerza. Cuidate mucho, por favor. Mucha suerte con tus nuevos amores, con Nolan, o quizás Mauricio, o quizás Guillermo, no sé. Pero que tengas suerte, de verdad. Te amo como a nada en el mundo, y maldigo el momento en que me convertí en una persona tóxica para vos, y odio cada puto centímetro que me separa de vos, pero te amo. Te amo a pesar y más allá de todo. Te amo sin principio ni final. Te amo. Sé fuerte. Sé libre. Sé feliz.

martes, 17 de febrero de 2015

Bipolar

      Vas a hacerlo. Te conozco. Sé que vas a hacerlo e incluso sé con quién. "Claro, ¿por qué no? No estoy saliendo con nadie..." Indudablemente te fascina llenar de dagas mi corazón. No sé cómo lo lograrás, pero siempre encontrás un hueco para enterrarme un cuchillo más. Irremediablemente disfrutás de hacerme mal. Y vos sabés que el mal que vos me provocás es el peor de todos. Y aún así lo hacés cada vez que podés, nunca dejás pasar la oportunidad, siempre aprovechás la chance, porque te encanta. Amás dejarme así, como estoy ahora. Pero el estúpido en esta historia soy yo. Debí suponerlo, debí haberlo sabido, debí haber escuchado... Pero no escuché, porque yo te amo. Lo peor es que yo te amo. Y te odio, también. Paso del amor al odio y viceversa. Quiero irme, y quiero quedarme. Quiero morirme y quiero vivir con vos. Quiero vivirte y quiero matarte. Quiero alejarme por mí y por mi dignidad, en honor a cada hora muerta de mi vida, tiempo que no va a volver más, en memoria de cada lágrima que derramé por vos. Quiero alejarme de mí y de mi dignidad. Quiero alejarme para darles un alivio a todas esas noches que fallecieron en mis brazos, llorándote. Quiero fallecer en tus brazos, aliviándome. Quiero irme. Pero no. No puedo. ¿A quién quiero engañar? Te amo y no puedo engañar a nadie. Te amo y es la verdad, es lo único que sé. Te amo y quisiera estar con vos para siempre. Quisiera congelarme en ese momento en el que ambos estamos bien, y no hay terceros, ni problemas, ni demoras, ni indiferencia, ni palabras hirientes, ni nada... Desearía tanto poder hacerlo, poder frenar el tiempo junto a vos... Quisiera morir y vivir en un sueño donde sólo existamos vos y yo. Quisiera hacerte feliz. Quisiera ser el mejor. Quisiera poder darte todo lo bueno que te merecés. Te amo y amo amarte. Amo cuando me tratás con dulzura, con ternura, con suavidad. Amo cuando me comprendés incluso si nadie lo hace. Amo cuando te preocupás por mí. Amo cada puta vez que me hacés sentir único y especial. Amo ser parte de la historia que inventamos. Amo tus ojos, tu sonrisa, tu voz. Amo todo de vos. Amo tu ingenio, y cómo me hacés reír, y cómo me seguís el juego incluso con mis chistes más tontos. Amo tu capacidad de crear y tu manera de escribir. Amo tu historia y tu fuerza. Tu sabiduría, tu ternura, tu pasión. Te amo y odio amarte. Tanto que termino odiándote a vos también. Odio tus refugios, tus venganzas, tus mentiras, tu indiferencia, tus vicios, tu ubicación geográfica, odio que seas tan yanki, odio que caigas tan bajo a veces, odio que ni vos sepas lo hermosa que sos y cuánto valés. Te odio y odio odiarte. Y busco distraerme, me voy de vos, me escapo, huyo. Y cuando quiero darme cuenta, estoy pensándote otra vez, imaginando un futuro con vos, imaginándote en cada parte de mi vida, soñándote, pensándote, amándote otra vez. Y encuentro mil razones para odiarte, mil argumentos para alejarme. Y encuentro un millón de sentimientos para quedarme, un universo de motivos para amarte. Y voy de extremo a extremo, de polo a polo, y me estoy volviendo loco. Ya no sé si te amo tanto como antes lo hacía, te juro que podía dar incluso mi vida por vos. O quizás sí, quizás te amo de la misma manera, con la diferencia de que ahora hay odio en mi corazón. Odio hacia vos por haberme lastimado, odio hacia mí mismo por haber hecho lo que hice por despecho. Odio hacia la vida por no dejar que las cosas hayan salido como yo quería. Odio por el hecho de que haya odio en esta historia. Aunque no lo quiera, y por mucho que duela, hay odio en mi corazón, como hace tiempo no lo había. Y también hay una angustia terrible, una agonía dolorosa, una infinita tristeza... Pero a vos no te importa nada de eso, jamás te importó. Jamás te importé. Te cansaste de mí y dejaste de amarme. Te cansaste de mis idas y vueltas, de mis paranoias, de mi extremismo, de mi desconfianza, de mis miedos, de mi corazón que ama como puede, como sabe, a su manera, a mi manera. Te cansaste de mí. Me alejaste. Te fuiste. Me ignoraste. Me dejaste solo y herido. Y te fuiste por ahí, andá a saber dónde, a hacer andá a saber qué cosas. Y yo hice lo que tanto querías que hiciera. Lo que planeaste desde el principio. Buscabas una excusa y la encontraste. Tu plan funcionó a la perfección. Ahora sos libre. Libre de hacer cuanto quieras y con quien quieras. Libre de irte bien a la mierda y pudrirte ahí. Te odio, hermosa. Sos libre. Te amo, basura. Ahora soy libre.

lunes, 16 de febrero de 2015

Asesina

Todas las veces
que lo hiciste
todas las veces
me mataste

Todas las noches
que te fuiste
todas las lunas
me robaste

Todas las tardes
que te guardo
todos mis soles
los quemaste

Todos los días
que te amo
toda mi vida
la tomaste

Todo este tiempo
mi querida
todo este tiempo
lo extraviaste

Todo mi amor
vos, vida mía
todo mi amor
lo liquidaste

Todas las noches
que te fuiste
y cada vez
que me dejaste

Y cada paso
que no diste
y cada pozo
que cavaste

Cada vez
que me mentiste
y cada vez
que me dejaste

Y me mataste
tantas veces
tantas veces
me mataste

Todas las noches
que lo hiciste
todas las veces
me mataste