Todo lo que tengo

Hoy me dio por pensar en todo lo que tengo, desde mi cuerpo hasta mis bienes materiales, pasando por mis talentos, mis dotes, mis virtudes. La sangre que corre por mis venas, las ideas que revolotean en mi cabeza, mis sentidos, mis manos, mis capacidades. Mi vida, mi energía, mi fuerza, mi alma... Mis órganos, mis huesos, mi piel. Mi historia, mi pasado, mi experiencia. En fin, todo lo que me compone y todo lo que soy. Todo lo que tengo y lo que no. Te juro que todo lo daría por volver a hablar con vos. Cambiaría mi vida por un mensaje de "Hola, amor". Un "cuidate, ¿si?". Un "Te amo". Un "Yo más". No sabés lo que yo daría por volver a hablar con vos.

En Bahía y en cualquier parte

Te busco en las rutas, en el viaje, y en lugares que no conozco. Te busco en las playas, en el monte, en las sierras, en los cerros. Pateo las piedras, contemplo las estrellas de los cielos abiertos. Atrás quedaron las luces y el humo de la ciudad. Te encuentro en el viento, en la lluvia, en la tierra, en el aire, en el fuego. Te pienso cada tanto, y te extraño como tonto. Te busco en la militancia, en el arte, en la música, en la vida bohemia, en el vino, y en la cerveza. Te encuentro en el mate, en el café, en la experiencia. Estoy en un hostel en Bahía Blanca, paramos acá un poco porque el sol está muy picante, y las noches son muy frías, y porque las rutas están jodidas. Ando yirando por el mundo (por mi pequeño mundo) con un amigo. Antes de ayer dormimos en una estación de servicio, con los cinco sentidos en alerta, con un ojo abierto. No doy más del dolor de oído, será por el agua del mar de Monte Hermoso, o por el viento de los cerros, allá por Sierra de la Ventana. Aún así daría la vida por poner mi celular en la oreja para volver a escucharte. Y lo malo no es que se me haya roto el celular. Lo malo es que sé muy bien que ya nunca más voy a volver a escucharte. Y al sol no le importan una mierda mis penas, creeme. Estoy tan quemado como nunca, yo, que más blanco no puedo ser. Y ando, para colmo, pensando en vos. ¿Pensaste que te había olvidado ya? Hoy te compuse una canción, sin siquiera darme cuenta de que era 19 de Enero. Me pasó lo mismo el 24 de Diciembre, cuando me acordaba de vos, mientras en casa sonaban los temas de Abel, esos que te reviven a más no poder. Ando yirando por el mundo, dejando que la vida me curta. Ando curtido, y ando pensando en vos, reviviéndote otra vez. Te extraño, acá en Bahía, y allá, por cualquier lado, en cualquier parte.