Translate

jueves, 28 de septiembre de 2017

Tanta magia entre los dos

No sé cuántos males inhumanos habré cometido en otras vidas como para merecer todo este sufrimiento... Tanto luchar, tanto perdonar, tanto soportar, tanta resiliencia, ¿para esto? Me arrancaría el pecho si pudiera, lo juro, y así quitar esta dolencia de mí, para sacarme este dolor. Me duele la vida, Cami, me pesa, me arde, me ahoga, me quema, me paraliza, me desgarra, se me cae el mundo entero abajo, me quiero morir, me muero en vida. ¿Alguna vez te pasó? Ojalá que no... Ojalá nunca te haya pasado, y ojalá nunca te pase... De verdad. ¿Por qué sos así? ¿Qué te hice yo? Me quiero morir, Cami, no lo puedo creer, no caigo todavía, me estás matando en vida, me hacés mierda. Jamás pensé que podrías llegar a dejarme así, no entiendo nada, y me hacés falta, te necesito, no te vayas así... Sólo vos podés salvarme... Llegue a un punto muy alto, llegué a amarte demasiado y si vos te vas, me quedo solo acá, en la cima de todo esto, al borde del precipicio. Me caigo, Cami. Me caigo al abismo si te vas. Ayudame a bajar, ayudame a dejar de amarte, pero despacio, no así...  Y me duele el alma, me hiela los huesos, me derrito, me hago humo... ¿Qué mierda hice para merecer esto? ¿Qué te hice más que amarte sobre todas las cosas? Explicame, no me seas indiferente. Comprendeme, no me abandones. Aceptame, no me juzgues. Luchá por esto, no tires la toalla. ¿Qué mierda nos pasó? ¿Por qué me dejás? Nos falta de acá, nos sobra de allá, hay mucho que retocar, pero... Siempre salimos adelante, salimos de cosas peores, ¿te acordás? Si yo te amo a vos, y vos me amás a mí, ¿por qué me dejás? Si son más los momentos felices y a los momentos malos siempre los superamos, ¿por qué te vas? No tiene sentido... No quiero despertarme y saber que ya no estamos juntos, Camila... No puedo permitírtelo, no puedo permitírmelo, prefiero morirme. Quiero dormirme y no despertarme nunca más. Me quiero ir, quiero ser libre en ningún lugar, y no sé qué hacer, no sé nada. Te necesito acá conmigo, te quiero a vos, me hacés falta, sos vos mi plenitud y mi felicidad. Es esto lo que soy, es de lo que estoy hecho, es este mi modo de amar. ¿Te acordás cuando me dijiste que no te psicoanalizara, que yo no soy psicólogo? Te juro que soy más psicólogo que muchos licenciados en psicología, sólo por dedicarme al estudio del alma por naturaleza, por vocación propia e innata, sin querer, y no por seguir la lógica de la psique. Y también soy más filósofo que muchos letrados de la filosofía, por puro amor a la sabiduría, como los orígenes etimológicos de cada una de las dos palabras que dan nombres a estas ciencias lo indican. Psicología es estudiar el alma. Filosofía es amar la sabiduría. Y yo soy esto, soy así, y te amo a vos. Quiero ser tu par, quiero estar con vos. No es que no tenga dignidad, es que quiero que seas el amor de mi vida y creo que vale la pena luchar toda la vida por vos. Y si nos caemos mil veces, nos levantaremos mil y una, ¿cuál es el problema? No hay problema... Yo te levanto, vení. Pero vos no te vayas. Yo quiero pasarme la vida con vos, quiero vivir abrazándote y haciéndote el amor, te elegí, te quiero a vos, te quiero para mí. Si nos dejamos, dejemos de amarnos primero. Si nos dejamos, que sea porque ya no nos amamos y no amándonos. Si nos dejamos, que sea de amarnos, pero no perpetremos este sinsentido, porque sería un error dejar morir tanta magia entre los dos.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Lo que dicen los silencios





          Ojalá algún día alguien me ame como yo te amo a vos. Ojalá, si algún día llega esa persona, ojalá toda esta mierda no me lleve a arruinarlo. Es decir, a hacer lo incorrecto con la persona correcta, después de haber hecho lo correcto con la persona incorrecta. ¿Cómo hacés? Explicame cómo se le miente tantas veces a la persona que se ama. Si es que alguna vez me amaste, claro. ¿Me amaste alguna vez? No... Vos no me amás. Nunca me amaste. Sólo me idealizaste, y después te acostumbraste a mí. O al menos eso estoy sintiendo estos días, hace días, en realidad, semanas, o tal vez meses, mucho antes de nuestra última pelea. Tal vez debí dejarte a la primera mentira... Pero no, confié en vos. Confié en que no volverías a hacerlo. Deposité toda mi fe en vos. ¿Qué confianza mayor que seguir esperando que la persona que te miente algún día deje de hacerlo? Y vos que me hablás de confianza... Cuánto te falta, amor. Cuánta vida, cuántos daños, cuánto crecimiento te falta. Pero aún así, yo no puedo pasarte por alto y hacer de cuenta que no existís. Jamás podría. Deposité mucho de mí en vos, aunque tal vez nunca logres verlo, ni valorarlo. No puedo fingir. Vivo esperando tu llamada, tu mensaje, tu visita, y nada... ¿Cómo hacés? Ojalá yo pudiera.
          Cada vez que siento el deseo inexorable de volver a hablarte, de dejar toda esta farsa de amor propio de lado y de volver, una vez más, a buscarte y dar por hecho que jamás vas a ser vos quien ceda y logre vencer el orgullo, vuelvo a toparme con alguna de tus trampas, en alguno de nuestros chats viejos, o revisando nuestra historia. ¿Por qué me mentiste tantas veces? ¿Tan naturalizada está para vos la mentira que la tomás como algo totalmente leve e inocente? ¿Quién te enseñó eso? ¡Qué pena que mientas tanto! Y vos que te preocupás por los defectos superficiales... Si supieras lo horrible que te hace mentir y ser orgullosa... En fin.
          ¿Cómo hacés? Explicame cómo hacés para no desvivirte por mí como yo lo hago, cómo hacés para lograr mantenerte así de firme, tan rígida, tan distante, tan fría... ¿Amor propio? Para nada, eso es orgullo puro. Amor propio es amarse a uno mismo, luchando por lo que a uno le hace bien. Lo tuyo siempre fue orgullo. ¿Cómo hacés? Cierto, vos no me amás. Me convenciste de eso estos días. No te importo nada. ¿Cómo hiciste? Claro, jamás te fuiste de tu mundo, jamás lo dejaste por mí. Y por supuesto, yo sí me fui del mío, y ya no sé volver. Vivo en alguna dimensión donde todo está relacionado a vos. Miro las películas que a vos te gustan, escucho la música que vos me enseñaste, vivo pendiente de vos, y ya no sé qué hacer. No quiero otra atención, quiero la tuya. Te quiero a vos. Pero quiero que seas la Camila de antes, o mejor. ¿Existe esa Camila? ¿Existió alguna vez? Sólo Dios lo sabría, si es que existiera. Pero mi Dios sos vos.
          Sé que podría olvidarte, sé que podría hacerlo como sea, podría intentarlo, podría irme con otras. Pero no quiero hacerlo. Me dejaste sin ganas de conocer a nadie más. Y es irónico que seas tan común y que yo te vea tan especial. Y pensar que cualquier idiota que coincida con tu target y te endulce el oído con palabras podría tenerte en la cama cualquier día de estos. Vas a olvidarme, seguramente, igual que olvidaste a otros, sin siquiera saber qué pasó. ¿Qué pasó? El orgullo pasó. Fingir durante días que nada pasaba, que el otro no existe, hasta que un día, de repente, ya no hay nada entre los dos. Y así llegan nuevos amores, como yo llegué a vos. Vas a olvidarme como a cualquiera, porque empezás a olvidar desde el día cero, sin darte cuenta, actuando con indiferencia, siguiendo tu vida como si nada... Desearía que jamás te resignaras con nadie, pero sos tan predecible que lo más triste es que algún día vas a resignarte con otro como no lo hiciste conmigo. Desearía de verdad que algún día tengas una relación perfectamente sana, como vos supuestamente lo deseás, donde todo sea color de rosas y no te lleves ninguna decepción, ni tengas que ocultar o mentir, pero en esta vida, en este mundo, en esta realidad, dudo que eso pase. Cuánta experiencia, cuánta evolución, cuánto te falta, amor mío.
          ¿Vale la pena? De verdad, ¿vale la pena todo esto? Me estás dejando ir... ¿Realmente es lo que querés? ¿Esperás que sea yo quien vuelva? ¿Tanto vale tu orgullo? Yo no voy a volver, pero la vida es demasiado corta para andar esperando a alguien toda la vida, y más si es alguien que demuestra poco interés. Ni siquiera debería decírtelo, deberías saberlo, deberías ser vos quien lo comprenda, debería nacerte sin haber leído esto. Pero no, vos jamás te movés de tu postura, sos puro orgullo, pura coraza, porque en el fondo sos mucho más débil que yo.
          Soy el tren que sólo pasa una vez, Cami. El tren cuya campana ya sonó. Y estás dejándome ir, ahí sentada en tu orgullo. Soy la vida que estás dejando ir segundo a segundo, alejándonos más y más, aumentando la distancia entre los dos. Soy el tren que sin vos no sabe a dónde ir... Pero que sabe que tiene que irse. ¿De verdad vas a dejarme ir? Me hace pedazos aceptarlo, pero así parece... Te cruzás de brazos, aunque ves que me voy. ¿Me estás perdiendo? Me estás perdiendo. Me estoy perdiendo sin vos. Soy la vida humana que basó su existencia en amarte, pero entiendo que eso no significa que también tengas que amarme vos. Soy el tren que descarriló muchas veces, pero que encontró nuevas vías en tu estación. Soy el tren que quería llevarte a las estrellas, pero tal vez no soy el tren que esperás vos.


          

domingo, 24 de septiembre de 2017

Se va nuestro aniversario, y no hay señales de vos. Probablemente ni siquiera lo hayas notado, seguramente ni siquiera estés pensando en mí. Ni un mensaje, ni una llamada, nada. Al contrario, ninguna señal de querer retenerme, ninguna disculpa ni nada. Sólo vos y tus impulsos egoístas, más leña al fuego, jugando a ser soltera, fingiendo ser rebelde, siendo sólo una más, alejándote más y más de mí. Todo indica que es esto lo que querés, o al menos es lo que me demostrás. Aparentemente no te importo, y estás mejor sin mí. Sólo espero que ese falso empoderamiento, te haga realmente feliz. Porque me di cuenta de una cosa, y es que las personas orgullosas son, en el fondo, las más débiles. Sin la coraza del orgullo, no son nada, por eso la necesitan. Será que yo soy de los que levantan a los caídos, y no de los que los escupen y los pisotean. Será que hacer leña del árbol caído me resulta demasiado bulgar... Será por eso que no sos para mí. 

domingo, 10 de septiembre de 2017

Amor verdadero






          Y a vos, Cami... A vos te deseo lo mejor. Sencillamente no coincidimos, quizá tenías razón y no te equivocaste cuando dijiste que no encajábamos, que no éramos compatibles. Yo nací para líder, me gusta evaluar todo el panorama y abogar por mi perspectiva para que en conjunto tomemos la última decisión. Y puedo ser excesivamente insistente cuando creo que tengo razón. Yo cuido al que amo, a veces hasta el exceso, incluso hasta la sobreprotección. Claramente, no estoy hecho para vos. Entiendo que vos me ves como par, de igual a igual, y que a tus anteriores amores los dominabas intelectualmente vos, y que por eso a veces creas que podés hacerlo conmigo, pero ciertamente no es nuestro caso, por eso siempre descubrí todo, y no quiero que te duela ni que te sientas inferior, pero mi coeficiente intelectual y mi experiencia de vida me hacen más inteligente y más sabio que vos. Sin embargo, me adecué a vos y tu persona, tu rutina, tu adolescencia, y traté de ser, dentro de lo posible, lo más parecido a vos. Tengo muchas cosas tuyas, que contraje de tu personalidad y de nuestra relación. Y no, por si te quedaste estancada en oraciones anteriores, no soy un maestro zen, claro que no, lo aclaro, pero reconozco que mi intelecto es superior. Y no me malinterpretes, jamás quise hacerte sentir una tonta, ni poco suficiente, ni nada por el estilo. Lo juro. Vos sos vos, y encontrarás, tal vez, alguien que encaje a la perfección con tu persona, pero ese alguien no soy yo. ¿Podría haber sido yo? No sé, no puedo saberlo... Lo que sí sé es que yo no hubiera desconfiado, celado, controlado, manipulado y aislado, si vos nunca me hubieras mentido tanto, pero bueno, no es tu culpa, cada uno es como es y lo que pasó, por algo pasó. Y ya está, ya pasó. Nadie perdió a nadie, se dio como dio, tenía que pasar esto y tenía que darse así. Hay cosas que no van conmigo ni de lejos, como el pm, river plate, melian, y muchas otras cosas que te representan a vos. ¿Preferiría que no tengas una ideología política definida pero que te inclines más a los movimientos humanos y populares, y que te alejes de esa gente, cerrando ese ciclo por fin? Claro que sí. ¿Preferiría que fueras hincha de Boca, que miremos los partidos juntos, que gritemos los goles y nos abracemos, que vayamos a la cancha juntos alguna vez, y seas toda una bostera por mí? Por supuesto que sí, lo amaría. ¿Preferiría que dejes de escuchar esa música horrible y la dejes en el pasado como algo que ocupó una etapa de tu vida adolescente y nada más, y que escuches y ames cualquier otra banda que te haga escuchar yo, sólo porque te la hice escuchar yo, como yo hice con los científicos por vos? Claro que sí, por supuesto, iríamos a los recitales juntos, cantaríamos juntos, sería hermoso compartir una misma pasión. Pero no, Cami, vos sos lo que sos. Y yo soy distinto, y cambiante. ¿Sabés cómo sé tanto sobre tantas cosas? Por la misma razón por la cual nunca veo una película más de dos veces. Porque siempre voy por otra, y no importa si es mejor o peor, lo que vale es la experiencia. Así que cuando le saco todo el jugo a algo, voy por más, no me quedo con la misma fruta en la mano desde los 16 hasta los 20. Siempre voy cambiando, siempre quiero aprender más. Jamás entendí a las personas que conservan sus fanatismos toda la vida. Ellos sí que son cerrados, yo no, en realidad. Yo puedo aprender todo sobre un mundo hoy, y amarlo con locura, e ir en busca de otro mañana. Pero a vos... A vos sí te conservaría en mi mundo para siempre. De vos sí sería fanático toda la vida. Al menos de tu sonrisa, de tu ternura, de la pasión que desprendemos cuando chocamos nuestros cuerpos, de los momentos que pasamos, del amor que en mí despertaste... Pero entiendo que nada es eterno, y que los humanos somos fugaces. Así que te dejo ir, te dejo ser, no te oprimo más, te devuelvo tus alas. Me duele un infierno y te extraño huracanes, pero entiendo que es lo mejor para los dos. Más para vos que para mí. Cuidarte a vos, esta vez, significa cuidarte de mí. No temas, no te arrepientas, no te aferres al pasado. No temas convertirte en la mujer en que te vas a convertir. Vas a perder personas, relaciones, pero vale la pena, poné a la feminista que vas a llegar a ser por encima de todo y todos. Yo muy lejos de acá no voy a ir, voy a seguir siendo un aliado distante, pero no voy a renunciar al amor romántico nunca, ni a la idea de que una mujer puede adapatarse a mí y a mi naturaleza de líder. Vos te vas mucho más lejos, vas a lograr muchas cosas con respecto al feminismo. Yo voy a bogar por reducir la brecha salarial, por legalizar el aborto, por terminar con el acoso callejero, por darle perpetua a los violadores y femicidas y porque no existan más los femicidios. Pero no voy a soltar la hombría que está sujeta a mi identidad, por mucho que logre deconstruir y desaprender. Así que no esperes eso de mí. No esperes nada de mí. No puedo pedirte que no llores, pero espero que muy pronto vuelvas a sonreír. Sé cuánto me pensás a diario, y creeme que yo te pienso de la misma manera a vos, o más. Pero esto tiene que terminar para que empiece algo mejor. ¿Creés que no hay algo mejor que yo? No subestimes a la vida, siempre te puede sorprender. No sientas culpa de nada, ni por mí ni por nosotros, o por lo que pudo haber sido, fue como tuvo que ser, se dio como tuvo que darse y nada más. Convencete de eso. Fuimos compañeros en un camino muy lindo, y te amé mucho, pero no vamos al mismo lugar. Fui camino, más no tu destino. Voy a recordarte siempre como una de las cositas más lindas que viví, voy a recordar con nostalgia y amor tus ojitos achinándose al sonreír, y tus palabras, tu voz, tus caricias, tu amor... Te amo tanto, Camila, que no te das una idea. Me duele tanto el pecho, mi amor, que no te imaginás. Ojalá pudiera expresar exactamente lo que siento, ojalá pudieras sentir esto mismo que siento yo en este preciso instante... Pero no sé si serviría de algo, tal vez sólo complicaría las cosas... En fin, corazón, bombonazo, enana linda, te deseo lo mejor toda tu vida, de verdad, y ojalá algún día ames a alguien más que a mí, y que encuetres a alguien que te ame más que vos a mí, más que yo a vos, y mucho más todavía. Y que te acepte como sos, sobre todo. Y que no te quiera cambiar nada. Fuiste el amor más sincero y puro que sentí en toda mi vida, te lo juro por mi sangre. Te amo, hermosa. ¡Que seas muy feliz!

Alguien






          Una persona que jamás me mienta y me sea completamente honesta: Una persona trasparente, cien por ciento leal, sincera, fiel, de estrictos valores respecto a la verdad. Alguien que cuide la verdad y la confianza por sobre todo. Alguien que me ame de verdad, como amo yo, en cuerpo y alma, contra el mundo entero, contra toda filosofía, desde el centro de uno mismo y sin importar nada más. Alguien que me ame más que a su propio orgullo. Alguien que luche por mí con la vida entera, hasta el fin, a pulmón, con garras y dientes. Alguien que me vea como prioridad intachable, y en segundo plano, y ocupando toda la lista, hasta el último lugar. Alguien a quien sólo le importen mis ojos y no los ajenos, que se preocupe por los míos y por los de nadie más. Alguien de perfil bajo, humilde, que no sienta deseos de figurar su belleza física y egocéntrica ante el mundo exterior o en redes sociales, mercantilizando su rostro o su cuerpo. Alguien que no sienta devoción por el maquillaje o la moda, o los pasatiempos y placeres mundanos y banales de la era tecnológica de hoy. Una persona que no sea tan estética, tan superficial, tan común... Como todo el resto. Alguien que quiera todo o nada, que vaya hasta por la última miga del plato. Todo, o nada. Y que ame así. Y si vive subiendo fotos, que viva subiendo fotos conmigo, como mostrándole al mundo lo orgullosa que se siente de estar conmigo, y que lo haga porque lo desea, y no por lo que yo pienso y digo. Que le importe más compartir los momentos de felicidad que pasa conmigo ante el mundo entero que sus peinados, o sus vestimentas, o las cosas que sólo desprenden de su ego. Como diciéndole a todo mundo "somos felices, miren", ¿y qué importa lo que piensen los demás? Alguien que se alegre de verme cada día, que lo haga porque lo siente, y no por obligación, o por miedo a que busque en otra algo que no me da. Que me lo dé todo, como lo doy yo. Que se desespere por verme, como lo hago yo. Que me extrañe todo el tiempo. Alguien que me regale una sonrisa apenas llegue, o apenas me reciba, porque no hay mejor saludo que una sonrisa. Que sepa separar las cosas, y dejar el estrés del estudio en la facultad, y dejar el estrés de los quehaceres diarios en la casa, y que venga a ser feliz y disfrutar la vida que segundo a segundo se nos va. Alguien que viva mimándome, acariciándome, besándome, y que no le importe lo que pase alrededor. Que me mime porque lo siente, y no porque está ocultando algo o cometió algún error. Alguien que se preocupe por mejorar su alimentación pensando en su salud y bienestar, y no en la silueta de su cuerpo. Alguien que deje de comer animales porque es algo injusto, y no porque no le guste su sabor o porque crea que es una buena dieta. Alguien que de verdad crea que estar en posición neutral es estar del lado del opresor, y no que enarbole esta consigna cuando milita la tercera posición. Alguien que de verdad sepa de humanismo y pueda hablar de humanidad, y se sensibilice con todas las injusticias del mundo, alguien que apoye todas las luchas y causas justas y no otra persona ciega más de las tantas que hacen oídos y vista gorda hacia la explotación animal y el especismo, hacia la invasión al pueblo palestino, hacia el racismo, la xenofobia, el sexismo, el clasismo, y etcétera... Una persona tan humana, que lo deje y lo brinde todo por amor. Una persona que me merezca. Alguien que ame con locura, como yo. 

jueves, 7 de septiembre de 2017

Antes de irte

Y una última cosa, antes de irte , te pido. Un último favor aparte de los anteriores pedidos: Si decidís ceder, cambiar y volver por mí, y al volver no me encontrás, y no sabés adónde fui... Perdoname, no me odies, y nunca te olvides de mí.

El día en que te vi por primera vez

¿A quién quiero mentirle? Si yo siempre fui un suicida miserable y desgraciado de mierda. Todo esto no fue más que una farsa. Si no leé mis textos viejos. Un amor era todo lo que quería y ya lo tuve. Podría morir tranquilo ahora que la vida me dio lo que tanto quería y tanto pedí. Desearía tener un arma, una escopeta, una puta pistola de mierda que me ayude a volarme la cabeza, porque nunca serví para aguantar el filo de las navajas. Ni a los trece, ni a los veinticinco. Pero a los catorce conocí las drogas, y a aunque a esas tampoco pude aguantarlas mucho, ahora las necesito. Y si bien empecé a dejarlas a los 18 y terminé a los 24, podría volver a drogarme hasta que me muera de una vez. Un buen porro, una buena línea inhalada, un buen viaje de lsd. Quisiera hacerme mierda contra un paredón, re duro, o re loco, bien borracho, yendo a mil por hora. Y pensar en vos antes de morirme, y recordar el día en que te vi por primera vez.

lunes, 4 de septiembre de 2017

El precio de la traición

         




          Te diría, como consejo, para ahorrarte mucho dolor, que te armes con una coraza de rigidez inexorable frente al próximo miserable con quien entables una relación, o simplemente tengas algo, que te cuides todos los costados, y que no confíes ni en vos, y no entregues ni una pizca de tu alma, aunque te juren eterno amor. Porque el maldito fantasma del karma va a estar al pie del cañón, ahí, acechando, vigilándote de algún rincón...
          Pero mi consejo verdadero, mi deseo para vos, es que pagues lo que debas, que te entregues por completo a pesar de toda deuda, a pesar de toda duda y a pesar de todo miedo, y confíes plenamente aunque no sepas hacerlo, para que, en el justo y debido momento, te rompan el corazón. Y te lo rompan en mil pedazos, pues entonces nuestro lazo ha de quedar por fin saldado. Sólo así vas a entender por fin lo que sentí yo.
          Y no es lo que yo desee, que este mal te vuelva a vos, porque sueño con un mundo sin mentira ni traición, y porque juro que no deseo para nadie este dolor, pero el karma, el puto karma, no desiste ni por putas hasta darte tu lección. Y no quiero, simplemente, ningún karma permanente que te persiga para siempre, ni que un triste ser demente te destruya la razón. Pero creo firmemente que pagar lo que se debe es la única forma existente de alcanzar la liberación.
          Ni ojo por ojo, ni diente por diente, te deseo eternamente permanente evolución. Y que vivas siempre fuerte, feliz, libre, valiente, paz, éxito y amor. Y entre vos, el amor, y el karma, encontrarán una solución. Yo de ahí ya nada espero: ya te di mi perdón.

domingo, 3 de septiembre de 2017

El peso del cuore

 
Cuando se cae el cielo 
y se termina el vuelo, 
y toca aterrizar, 
y terminás más abajo del suelo 
o de duelo 
naufragando en el mar... 
Cuando se corta el hilo rojo 
del paracaídas 
y se desbordan 
los puntos suspensivos 
del salvavidas... 
Cuando no hay un dios croto 
para lo roto 
de tu vida descosida, 
y sos vos 
quien te debe salvar... 
Cuando el exceso 
del peso del cuore 
y la sobrecarga de los dolores 
te hunden de mares en peores 
y no hay tierra donde arribar... 
Cuando las aguas 
están turbias y demasiado, 
y no ves dónde 
ni cuánto estás amarrado, 
cuando el puerto 
ya está cerrado 
y el timón no quiere girar... 
Cuando estás 
en lo más hondo 
del abismo, 
cuando ya 
tocaste el fondo 
de vos mismo... 
Entonces 
es hora de soltar. 
Desprenderse 
de lo que pesa, 
vaciar el cuore 
y la cabeza, 
y podarse las malezas 
para poderse aligerar.
Y hay que doler 
hasta perder la cuenta, 
y hay que llover 
y hay que ser tormenta, 
y derretirse 
en agonía lenta 
para volver 
a resucitar, 
y evaporar 
lo que deba irse, 
y revestirse 
y solidificar. 
Y hay que doler, 
hay que llorar, 
hay que curtirse 
y procesar. 
Pero hay que doler, 
es necesario, 
tachar días del calendario 
y dejar al tiempo actuar... 
Y hay que abrazarlo 
al dolor del alma, 
y despedirlo 
con amor y calma, 
y darle palmas en la espalda 
y decirle que hay que marchar. 
Y agradecerle 
un millón de veces,
que lo que no te mata 
te fortalece, 
que todo es lección 
para el que siempre crece, 
y que pasa 
lo que debe pasar. 
Que todas las aves 
antes fueron peces 
hasta que supieron 
evolucionar. 
Y por eso 
hay que naufragar primero, 
y aprender 
a moverse en el mar. 
¿Que para qué, 
dolor compañero?
Para poder 
volver 
a volar.