Translate

viernes, 4 de mayo de 2018

Saber y no saber






          Yo no sé si vos sabrás lo que saber significa. ¿Sabés lo que significa significar? Porque no sé si vos sabés que vos para mí lo significás todo. Y te amo, aunque no sé si sabrás qué significa eso. Porque "te amo" a veces significa "gracias por existir", y otras tantas quiere decir "perdón por todo". Y un te amo puede significar muchas cosas dependiendo de la ocasión, porque amar significa saber todo y al mismo tiempo no saber nada. Y yo lo sé todo de vos, y a la vez no sé nada. Por eso siempre me resultó más fácil decirte sólo que te amaba en lugar de describirte todo lo que pasaba, porque esperaba que decodificaras el mensaje oculto en esas dos palabras que pueden albergar tantos significados como colores, como recuerdos, como verdades. Y la verdad es que yo te recuerdo con todos tus colores. Y no sé si esperás algo de mí, o si de verdad ya te fuiste. No sé si soy yo el que está dejando que esto muera, si sos vos, si no sabés lo que estás haciendo, lo que está pasando, si estás obedeciendo a un capricho, si estás inerte dejando que todo fluya, o si el único que no se dio cuenta de que la fiesta terminó soy yo. ¿Esperás un mensaje mío? ¿Tengo que ir a buscarte? ¿Tengo que llamarte? ¿Tengo que pedir perdón, rogarte? ¿Qué es lo que tengo que hacer? ¿Tengo que dejarte ir? ¿Tengo que aceptar que me dejaste? ¿Tengo que saber que ni siquiera vos sabés lo que querés? Luchar, resistir, insistir, persistir. Qué pequeña -y filosa- la línea que separa al amor del acoso, de la obsesión, de ser recordado como un ex psicópata y maníaco. Aceptar, comprender, soltar, superar. Qué egoísta la línea que separa el amor incondicional del olvido. Y qué cruel el olvido, que no es otra cosa más que la verdadera muerte, porque uno puede irse del mundo, pero nada queda de vos cuando te olvidan. Y ¿a que no adivinás? Mi mundo sos vos, y al parecer ya me fui. Pero, ¿qué podemos saber? No hay nada que podamos saber a ciencia cierta más que aquello que creamos saber. Mas no hay verdades absolutas. No las hay en la vida misma ni las hay en el amor. ¿Cómo sabés que estás haciendo lo correcto? ¿Cómo sé yo que no me estoy equivocando? ¿Cómo sabemos que no estamos cometiendo el peor error de nuestras vidas y condenándonos los dos a un resto de vida de infelicidad? Será que estoy tan aferrado a esta relación que la siento como si tuviera vida... Como si fuera un niño de dos años al que estamos dejando morir. Lo estamos abandonando en el hospital, rendidos los dos, resignados, desesperanzados, vencidos. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero nunca supe si alguna vez supiste que mi última esperanza eras vos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario