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jueves, 10 de mayo de 2018

Como si fuera una princesa






          La amé... La amé más que a nada en esta vida. La llevaba en bicicleta a todos lados, en las bajadas y en las subidas. La veía nadar, era una sirena. La acompañaba hasta la estación y me quedaba esperando a que tomara el tren y se fuera. Le enseñé todo lo que sabía de cocina. Hasta trabajo le busqué pidiéndoles un puesto en sus locales a dos de mis amigas. Incluso la acompañé a entregar su primer curriculum y a su primera entrevista. La amé incluso a pesar de que todavía no estaba lista. La bañé, la sequé, la cambié, la peiné como si fuera una muñeca. Hasta limpié sus zonas íntimas, hasta un tampón le cambié sin hacer muecas. Por ella hice muchas cosas que a un hombre le darían vergüenza. La amé muchísimo más de lo que ella misma piensa. Le pedí matrimonio, le entregué mi alma, mi futuro, mi exclusividad. La cuidé, la protegí, la cobijé y le di seguridad. La tomé de la mano en cada cruce peligroso, la llevaba con mis manos, ella se dejaba llevar. La abrigué con mi propio abrigo, morí de frío más de una vez por pensar en su bienestar. La levanté en mis brazos para cruzar un charco, como si fuera una princesa. Una señora me halagó y le advirtió que peligraba mi existencia. La amé lo mejor que pude aunque la amé de distintas maneras. La amé en el desayuno, en el almuerzo, en la merienda y en la cena. La amé como nadie en mi cama, donde supo ser mi diosa. La amé en todos los hoteles a los que fuimos a hacer nuestras cosas. La amé en La Plata, en Puerto Madero, en Lomas, en Quilmes, en Bera. La amé y no importaba el lugar porque la amaba donde fuera... La amé a los 18, a los 19 y a los 20. La amé siendo adulta, niña y adolescente. La amé tanto que tuve miedo de que otro me la quitara... La amé tanto que cuando quiso irse, la dejé que se marchara... Pero la amé mientras la tuve, y la amé cuando no éramos nada. La amo en cada tormenta y en cada noche estrellada. La amo aunque no me ame, aunque otro reine su mirada. La amo porque amar es ser, y yo sin ella no soy nada. 

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