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lunes, 25 de junio de 2018

Entrega






           Gracias por hacerme ver que se puede salir adelante. Que a pesar de la gente dañina y tóxica, uno puede vivir igual. Gracias por amarme y valorarme como otras no supieron hacerlo. Gracias por ayudarme a levantarme cuando incluso ni siquiera yo mismo quería. Gracias por hacerme ver que yo merecía mucho más. Y perdón por estar tan roto todavía, no te das una idea de todo lo que dí de mí a quien ilusamente creí que se quedaría conmigo por el resto de mi vida, a quien confié mi felicidad creyendo tontamente que jamás se iría. A quien entregué mi corazón aún sabiendo que podría romperlo. Siempre leo por ahí que "no hay que aferrarse a nada ni a nadie", y que "no se debe depositar la felicidad en ninguna persona ni en ninguna cosa material"... Pero los que vibramos amor y vivimos por ello, confiamos tanto en el otro que hasta le confiamos nuestra felicidad. Podemos desconfiar de su fidelidad, de la veracidad de sus palabras, de las intenciones de sus actos, pero es porque en el fondo confiamos más que nadie. Confiamos erradamente en que esas personas van a permanecer con nosotros, les confiamos la vida entera y la dejamos en sus manos. Confiamos en que van a entendernos en lugar de juzgarnos, en que van a esperarnos en lugar de cambiarnos, en que van a volver en lugar de olvidarnos. Confiamos más que nadie, es así; confiamos de más. Nos dicen "dependientes emocionales", en un mundo en el que la gente se despierta y lo primero que hace es chequear su celular. Nos dicen dependientes emocionales los que dependen de la aprobación externa para quererse a sí mismos. Nos diagnostican dependencia los que dependen de un diagnóstico para hacernos creer que somos nosotros los que estamos mal. Nos quieren amoldar a su demente cordura ¡están locos! Nos quieren tratar de locos cuando los únicos locos son los que no aman con locura. El amor no es una enfermedad mental, es un milagro. Es el único milagro que existe, es real. Algunos de estos pseudo intelectuales creen saber qué es el amor, se adueñan de él, se apropian de los derechos de autor de su definición y sus reglas. Pobres ilusos, si supieran que el amor no tiene dueño ni reglas. Amar es amar, y se ama así, aunque los que no sepan amar crean que su "amor" es el verdadero. Ese amor seco, frío, vacío, egoísta, banal, mediocre... Que se va con cualquier idiota a los tres meses de dejarte. ¿Ese es el amor correcto? Prefiero mil veces el amor loco, entonces, y no creo ser el único. Eso no es amor. Es cobardía. Pero existen las personas valientes como vos, las que arremeten contra viento y marea, como yo, las que esperan en el medio de la niebla así pasen mil tormentas, las que no tienen temor de dejarse caer en la entrega. Eso es amor. Dejarse caer. Amar es entregarse porque el amor es entrega. 

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